El Trastorno Bipolar adopta una
apariencia diferente en los niños y los adolescentes tempranos.
El
trastorno bipolar puede darse tanto en niños como en adolescentes. A diferencia
de los adultos, los niños y los adolescentes tempranos suelen tener
oscilaciones de humor muy rápidas (ciclo rápido) entre episodios maníacos y
depresivos muchas veces a lo largo de un día. El episodio de manía suele ser un
periodo de irritabilidad extrema y de rabietas destructivas más que de
felicidad excesiva. La depresión en los niños con trastorno bipolar se
caracteriza por numerosas quejas físicas, ausencias frecuentes del colegio o
bajo rendimiento académico, intentos de fuga del hogar, irritabilidad, quejas,
llanto sin causa aparente, mala comunicación y sensibilidad excesiva al rechazo
o los fallos. En los jóvenes con trastorno bipolar también son comunes los
síntomas mixtos.
Por
el contrario, los adolescentes tardíos experimentan más episodios de tipo adulto
que suelen comenzar con un episodio maníaco y con periodos relativamente
estables entre episodios.
Diagnóstico de niños con Trastorno
Bipolar.
El diagnóstico del trastorno bipolar en niños y adolescentes
tempranos suele ser complicado. Normalmente es difícil elaborar un
diagnóstico definitivo de trastorno bipolar en niños y adolescentes tempranos.
El conocimiento del historial médico familiar puede resultar extremadamente
útil para establecer el diagnóstico correcto. El trastorno bipolar tiene más posibilidades
de afectar a los descendientes de padres con esta enfermedad. Cuando un
progenitor padece de trastorno bipolar, se estima que el riesgo de cada hijo
asciende a entre un 15 y un 30 por ciento.
Los síntomas del trastorno bipolar en niños y adolescentes
tempranos pueden confundirse inicialmente con emociones o comportamientos
normales. Sin embargo, a diferencia de los cambios de humor normales, el
trastorno bipolar deteriora considerablemente la capacidad funcional en el
colegio y las relaciones con los compañeros y la familia. Muchos niños con
trastorno bipolar tienen discapacidades simultáneas y una baja
autoestima.
Es preciso descartar otras causas que puedan explicar los
síntomas del trastorno bipolar. En los niños, el trastorno por déficit de
atención e hiperactividad (TDAH) y otras enfermedades mentales pueden
enmascarar o a veces producirse de forma simultánea al trastorno bipolar.
A no pocos niños se les diagnostica TDAH en lugar de
trastorno bipolar. En realidad, el TDAH suele aparecer antes de que se produzca
un desarrollo claro de los síntomas del trastorno bipolar. No obstante, eso no
significa que todos los niños con TDAH vayan a desarrollar trastorno bipolar.
Sin embargo, un niño con TDAH que tenga un familiar con trastorno bipolar tiene
más posibilidad de desarrollar la enfermedad.
Debería considerarse la posibilidad de realizar un
diagnóstico temprano y de administrar tratamiento para el trastorno bipolar
siempre que un niño pequeño desarrolle manía tras tomar medicación
antidepresiva o psicoestimulante.
Tratamiento del Trastorno Bipolar en
niños y adolescentes tempranos.
Es
muy importante que los niños y los adolescentes con trastorno bipolar sean
tratados y aprendan a controlar los síntomas a medida que se hacen mayores. Los
medicamentos suelen resultar de utilidad para estabilizar el humor y la
psicoterapia puede aportar ventajas adicionales. No obstante, se necesitaría
investigar más acerca de la eficacia y la seguridad de estos medicamentos en
niños y adolescentes.
Diferencia entre TDAH y Trastorno
Bipolar en niños.
Son características de los niños con trastorno bipolar las
rápidas oscilaciones de humor y las rabietas prolongadas. Aunque los síntomas
del trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDAH) y el trastorno
bipolar en niños pueden ser similares, su origen difiere.
Por ejemplo, la destructividad y el mal comportamiento de
los niños con trastorno bipolar suelen considerarse intencionados, mientras que
en los pacientes de TDAH se deben más al descuido o la falta de atención.
Los arrebatos físicos y las rabietas que se observan en
ambos trastornos pueden ser debidos a la imposición de límites (p.e. un simple
“no” de uno de los padres) en el caso de los niños con trastorno bipolar y a la
excesiva estimulación sensorial y emocional en los niños con TDAH. A diferencia
de los niños con trastorno bipolar, que pueden seguir sintiéndose enfadados
durante horas después de una rabieta o un arrebato físico, los que sufren de
TDAH parecen tranquilizarse mucho más rápido (en unos 15 o 30 minutos).
Los niños con trastorno bipolar experimentan
habitualmente molestias del sueño que suelen ir acompañadas de pesadillas de
contenido morboso relacionado con la muerte (p.e. guerra nuclear o animales que
atacan) mientras que esto es raro en niños con TDAH.
Fuente: http://www.janssen.es/trastorno-bipolar-infancia
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