miércoles, 24 de junio de 2015

El Trastorno Bipolar durante la infancia.



El Trastorno Bipolar adopta una apariencia diferente en los niños y los adolescentes tempranos.




El trastorno bipolar puede darse tanto en niños como en adolescentes. A diferencia de los adultos, los niños y los adolescentes tempranos suelen tener oscilaciones de humor muy rápidas (ciclo rápido) entre episodios maníacos y depresivos muchas veces a lo largo de un día. El episodio de manía suele ser un periodo de irritabilidad extrema y de rabietas destructivas más que de felicidad excesiva. La depresión en los niños con trastorno bipolar se caracteriza por numerosas quejas físicas, ausencias frecuentes del colegio o bajo rendimiento académico, intentos de fuga del hogar, irritabilidad, quejas, llanto sin causa aparente, mala comunicación y sensibilidad excesiva al rechazo o los fallos. En los jóvenes con trastorno bipolar también son comunes los síntomas mixtos.

Por el contrario, los adolescentes tardíos experimentan más episodios de tipo adulto que suelen comenzar con un episodio maníaco y con periodos relativamente estables entre episodios.












Diagnóstico de niños con Trastorno Bipolar.






El diagnóstico del trastorno bipolar en niños y adolescentes tempranos suele ser complicado. Normalmente es difícil elaborar un diagnóstico definitivo de trastorno bipolar en niños y adolescentes tempranos. El conocimiento del historial médico familiar puede resultar extremadamente útil para establecer el diagnóstico correcto. El trastorno bipolar tiene más posibilidades de afectar a los descendientes de padres con esta enfermedad. Cuando un progenitor padece de trastorno bipolar, se estima que el riesgo de cada hijo asciende a entre un 15 y un 30 por ciento. 
 Los síntomas del trastorno bipolar en niños y adolescentes tempranos pueden confundirse inicialmente con emociones o comportamientos normales. Sin embargo, a diferencia de los cambios de humor normales, el trastorno bipolar deteriora considerablemente la capacidad funcional en el colegio y las relaciones con los compañeros y la familia. Muchos niños con trastorno bipolar tienen discapacidades simultáneas y una baja autoestima. 
Es preciso descartar otras causas que puedan explicar los síntomas del trastorno bipolar. En los niños, el trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDAH) y otras enfermedades mentales pueden enmascarar o a veces producirse de forma simultánea al trastorno bipolar.
A no pocos niños se les diagnostica TDAH en lugar de trastorno bipolar. En realidad, el TDAH suele aparecer antes de que se produzca un desarrollo claro de los síntomas del trastorno bipolar. No obstante, eso no significa que todos los niños con TDAH vayan a desarrollar trastorno bipolar. Sin embargo, un niño con TDAH que tenga un familiar con trastorno bipolar tiene más posibilidad de desarrollar la enfermedad.
Debería considerarse la posibilidad de realizar un diagnóstico temprano y de administrar tratamiento para el trastorno bipolar siempre que un niño pequeño desarrolle manía tras tomar medicación antidepresiva o psicoestimulante.



Tratamiento del Trastorno Bipolar en niños y adolescentes tempranos.


Es muy importante que los niños y los adolescentes con trastorno bipolar sean tratados y aprendan a controlar los síntomas a medida que se hacen mayores. Los medicamentos suelen resultar de utilidad para estabilizar el humor y la psicoterapia puede aportar ventajas adicionales. No obstante, se necesitaría investigar más acerca de la eficacia y la seguridad de estos medicamentos en niños y adolescentes.



Diferencia entre TDAH y Trastorno Bipolar en niños.



Son características de los niños con trastorno bipolar las rápidas oscilaciones de humor y las rabietas prolongadas. Aunque los síntomas del trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDAH) y el trastorno bipolar en niños pueden ser similares, su origen difiere.
Por ejemplo, la destructividad y el mal comportamiento de los niños con trastorno bipolar suelen considerarse intencionados, mientras que en los pacientes de TDAH se deben más al descuido o la falta de atención.
Los arrebatos físicos y las rabietas que se observan en ambos trastornos pueden ser debidos a la imposición de límites (p.e. un simple “no” de uno de los padres) en el caso de los niños con trastorno bipolar y a la excesiva estimulación sensorial y emocional en los niños con TDAH. A diferencia de los niños con trastorno bipolar, que pueden seguir sintiéndose enfadados durante horas después de una rabieta o un arrebato físico, los que sufren de TDAH parecen tranquilizarse mucho más rápido (en unos 15 o 30 minutos).

 Los niños con trastorno bipolar experimentan habitualmente molestias del sueño que suelen ir acompañadas de pesadillas de contenido morboso relacionado con la muerte (p.e. guerra nuclear o animales que atacan) mientras que esto es raro en niños con TDAH.


Fuente: http://www.janssen.es/trastorno-bipolar-infancia


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